Todo lo que fui a buscar terminó superando mis expectativas, de tal manera que me generó una intensión de regresar; no precisamente por su comida, sino por solo volver a vivir la experiencia la cual espero sea estandarizada en todos de sus establecimientos.

Les hablo del McDonald´s, honestamente no lo podía creer. Al ingresar nos auto servimos, fue genial:

1. No dependes de nadie
2. Eliges y descartas cosas de tu pedido, sin tener que llamar a alguien que autorice la corrección de tu compra.
3. Te permite utilizar a criterio tus cupones.
4. Te llevas un número a tu mesa, lo cual te permite recibir el servicio por parte del personal de las cajas.

Lo interesante fue que no estaba visible la producción de los alimentos, lo que me pareció muy interesante, pues imagino que al evaluar el Customer Journey Map, para este no era importante ver la preparación de sus alimentos vs el recibir un servicio de primera clase.

Amé la atención, Verónica nos atendió como los dioses. Nos dijo su nombre lo que para mi fue maravilloso, ya que personalizaron la experiencia sabía a quien llamar en caso de necesitar algo adicional; sin embargo, no fue necesario pues Vero como decía su carné de identidad estuvo al pendiente de mi y de mi familia, a tal punto que nos preguntó si queríamos tomar agua.

Disfruté tanto el proceso que terminamos de comer y seguimos platicando, el lugar se tornó acogedor y no salimos con olor a comida, otro punto para la gente de McDonald´s.

Aquí les dejo la foto de Verónica, una panameña que brinda un Servicio Excepcional junto a todo el equipo que ahí trabaja generando #ExperienciasMemorables.

Yo volveré para tomarme una taza con café mientras trabajo en mi próximo libro, vayan al McDonald´s de San Francisco 100% recomendado.