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    45 Pendientes

    Un buen día descubrimos que nacemos sin una etiqueta definida respecto al tiempo que necesitamos para cumplir las metas y los sueños que nos imaginamos y resolvemos hacer realidad. De igual manera nos damos cuenta que nuestro primer motivo de existir en este maravilloso lugar llamado Universo es para ser feliz; pero los seres humanos complicamos todo, y es donde empieza esta enorme lista de 5 maneras de hacer esto y aquello, comienza el mapa de estrategias a bordear nuestro cerebro y ocupamos tiempo de valor en diseñar excusas que de ninguna forma terminan sirviendo más que para fortalecer nuestra inseguridad, cuando lo único real es que efectivamente si no nos convencemos que merecemos lo que soñamos, nada va a pasar a excepción de que el tiempo jamás se detendrá.

    Cuando enfrentamos cambios y diversas situaciones que pareciera movernos del punto de control y en este mismo contexto le cerramos las puertas a nuestras posibilidades; son esos momentos en los que debemos recordar nuestros ¿para qué? y abrirnos al aprendizaje. Nuestro carácter es puesto a prueba y con este el nivel de compromiso para contigo se eleva… Es vital que tomemos una decisión prudente y coherente, de otra manera terminaremos por sobrevivir para contar días obviando la oportunidad de hacer que nuestros días valgan la pena.

    Generalmente le damos más prioridad a los miedos y limitamos nuestra capacidad de hacer posible lo que creamos en nuestra mente, termina en una idea que se archiva en una lista de pendientes.

    En 1996 tuve la oportunidad de entrar en coma (,) de esos eventos que no tienen una explicación exacta. Fue un alto importante en mi vida, pero no fue el final. Mi mundo se detuvo, mi historia continuó sin actor. Todo dejó de ser importante pues me dediqué a pelear por tener vida, pues antes del (,) coma me habían desahuciado y mis Doctores habían determinado un tiempo no mayor a 3 meses de vida. El tema no es que sucedió y ¿Cómo logré volver?, de eso se encargaron mis médicos y todas las personas que con oraciones aportaron a este milagro; la pregunta es ¿Qué sucedió después de este alto?

    A los 45 días antes de cumplir mis 45 años hice un balance de mi vida, evalué mis aciertos, logros, avances y pendientes… sí, encontré pendientes que por miles excusas decidí abandonar, pero aquella noche decidí llegar a mis 45 años con alguno de estos pendientes cumplidos. Por lo tanto, de inmediato vinieron a mi mente todos esos momentos que sin duda estuve tan comprometida con mi objetivo, y empecé a trabajar con cada una de las herramientas que me ayudaron a convertirme en la mujer que hoy soy, pero decidí en esta ocasión hacer uso de esta experiencia para construí una estrategia que quiero compartirte con la cual descubrí que todo se resumen en tener voluntad y en aceptar que naciste para ser feliz.

    Estoy convencida de que esta herramienta te convertirá en la persona que mereces, soltando tus miedos y aprendiendo a creer más en ti.

    Shayrott Gutiérrez